Muchas plantas que son peligrosas para los felinos están presentes en florerías, jardines y macetas de interior. Aunque algunas solo generan irritaciones leves, otras pueden ser potencialmente mortales. Aquí, todo lo que necesitas saber.

Los gatos son exploradores natos. Todo lo huelen, lo tocan, lo investigan. Y cuando una planta se ve demasiado tentadora —por su color, su aroma o simplemente por curiosidad felina— ese acercamiento inocente puede transformarse en un riesgo real. Lo que muchos tutores no saben es que varias de las plantas más comunes en hogares y jardines pueden causar intoxicaciones graves en los gatos, incluso con una mínima exposición.

De hecho, distintos organismos han puesto el tema sobre la mesa. La American Society for the Prevention of Cruelty to Animals, por ejemplo, advierte sobre especies como los lirios, las azaleas, los tulipanes y los filodendros, todas tóxicas para los felinos.

En Chile, el Instituto de Salud Pública mantiene un registro similar, y desde el Colegio Médico Veterinario señalan que los animales más jóvenes y los de edad avanzada son los que enfrentan mayores riesgos frente a estas toxinas.

¿Por qué algunas plantas son tan peligrosas para los gatos?

Los felinos son especialmente susceptibles a ciertas toxinas presentes en hojas, flores, bulbos y hasta en el polen. El problema no es solo que puedan morder una planta: basta con que el polen se adhiera a su pelaje y luego lo ingieran al acicalarse, o incluso que beban el agua de un florero.

En algunas especies, las toxinas se absorben rápidamente desde la boca y el sistema digestivo, afectando distintos órganos. Y en casos como los lirios, el polen también puede entrar por vía respiratoria, llegar a la sangre y desencadenar una intoxicación sistémica.

Síntomas de intoxicación en gatos

Los signos suelen aparecer rápido y son fáciles de confundir con otros problemas gastrointestinales. Algunos de los más frecuentes son vómitos, diarrea, salivación excesiva y dolor o irritación en la boca. Sin tratamiento oportuno, ciertas plantas pueden provocar daños severos, especialmente en los riñones. En los casos más graves, la insuficiencia renal aguda puede ser mortal.

Los gatos jóvenes —por ser más curiosos— y los gatos mayores —porque suelen tener enfermedades renales o hepáticas previas— son quienes corren mayor riesgo.

Qué hacer si sospechas intoxicación

Si tu gato mordió una planta o presenta síntomas luego de haber estado cerca de una, es importante actuar rápido. Lo primero es alejarlo de la planta y retirar cualquier resto que pueda seguir comiendo. Luego, contacta de inmediato a tu veterinario o a un servicio de urgencias: no es recomendable “esperar a ver si se mejora” ni intentar provocar el vómito por tu cuenta, porque algunos tóxicos pueden empeorar el daño si se regurgitan. Si el gato está consciente y estable, puedes ofrecerle un poco de agua fresca, pero la prioridad siempre será la evaluación profesional. Llevar una muestra de la planta o una foto —e incluso restos de vómito, si los hay— ayuda al equipo veterinario a identificar el tóxico y definir el tratamiento adecuado. Una atención temprana puede significar la diferencia entre una recuperación completa y una intoxicación con secuelas permanentes.

Plantas comunes en Chile que pueden enfermar a tu gato

Entre las plantas más peligrosas para los gatos se encuentran los lirios —tanto del género Lilium como Hemerocallis—, capaces de provocar un daño renal severo incluso cuando el felino entra en contacto con pequeñas cantidades. También el laurel en flor puede ser crítico, ya que sus toxinas afectan directamente al funcionamiento del corazón. 

Existen otras especies cuya toxicidad se considera moderada a alta. Es el caso de los tulipanes y narcisos, cuyos bulbos son especialmente peligrosos y pueden producir temblores, diarrea intensa e incluso convulsiones. Las hortensias también pueden causar malestares importantes, como vómitos, diarrea y un marcado letargo, mientras que los crisantemos suelen provocar signos gastrointestinales acompañados de episodios de desorientación.

Dentro del hogar, varias plantas decotativas muy populares actúan principalmente como irritantes. El filodendro, la diefembaquia y el manto de Eva (alocasia) tienden a generar dolor, inflamación, enrojecimiento y dificultad para tragar tras el contacto oral, además de vómitos en algunos casos.

En jardines y plazas es común encontrar azaleas y rododendros, que pueden desencadenar desde salivación excesiva y debilidad hasta alteraciones cardíacas. La hiedra inglesa también representa un riesgo, ya que puede generar irritación en la piel, vómitos y dolor abdominal si se ingiere. Finalmente, la tradicional Flor de Pascua —muy presente en Navidad— contiene una savia irritante capaz de provocar inflamación en la boca y la piel, además de vómitos y diarrea tanto en perros como en gatos.

Las que sí son seguras 

Entonces, ¿qué plantas puedo tener si convivo con gatos? Si eres de los que les gusta tener una selva dentro de la casa, una buena idea es preferir alternativas “cat friendly” como: calatea, helechos no tóxicos, palmera de salón, bambú de la suerte (dracaena sanderiana), hierba para gatos o pasto especial.

Parte del bienestar felino es ofrecer un entorno seguro. Revisar las plantas que tienes en casa, evitar ramos con flores peligrosas y educarte sobre sus efectos es una forma simple —pero fundamental— de protegerlos.